jueves, 18 de junio de 2009

España cede el control del Estrecho.


La reestructuración de la presencia militar de España en el Estrecho ha abierto una vía de agua, que está siendo aprovechada por Gran Bretaña, Marruecos y Francia para dominar esta zona estratégica.La pérdida de peso político y militar de España en la zona del Estrecho, de vital importancia estratégica, empieza a ser cada día más evidente y deja la puerta abierta a otros países, como Francia y Gran Bretaña, o el mísmisimo Marruecos, que aprovechan esta situación para consolidar posiciones, con el apoyo de EE.UU.. La decisión del Ministerio de Defensa de reestructurar el Mando de Artillería de costa de la zona del Estrecho y rebajarlo a regimiento, con el consiguiente desmantelamiento de buena parte de las piezas, que pasarán de fijas a móviles, y la disolución del Cuartel General de Tarifa, así como de dos banderas de la Legión han hecho saltar todas las alarmas en el estamento militar. Una inquietud que está alimentada por las informaciones que apuntan a que Gran Bretaña está cambiando los misiles de Gibraltar por otros mucho más modernos. Y todo todo ello con el respaldo de la OTAN, que siempre ha considerado a Gibraltar como imprescindible para su despliegue en el Mediterráneo.
¿Por qué España cede posiciones en el Estrecho? ¿Han tenido que ver las difíciles relaciones que ha mantenido el Gobierno de Rodríguez Zapatero con el anterior presidente de EE.UU., George Busch? ¿Se está pagando algún precio por el «favor del G-20», al dejar un sitio para Zapatero? Las fuentes consultadas por ABC indican que algo de todo eso hay e incluso van más allá, al apuntar que los americanos parecen haber decidido que el control de la orilla sur del Estrecho quede en manos de Marruecos y, la norte, en las de Gran Bretaña desde Gibraltar. En esta coyuntura, Marruecos, con el apoyo de Francia, puede estar jugando un papel fundamental en esta partida de ajedrez, aprovechándose del deterioro de las relaciones de España con EE.UU. En este sentido, las fuentes consultadas por ABC indican que la continuidad de Robert Gates como secretario de Defensa en el gabinete de Obama puede favorecer el interés de Rabat de poestularse «como su potencia amiga en el Estrecho». Para ello contaría con tres puertos vitales frente a Gibraltar (Tánger, Tánger-Med y la base naval de Ksar-Kebir), además de la base militar de Alhucemas (en modernización) y el puerto de Nador (para anular Melilla).
Instalación del Africom
Otro de los elementos claves de este acercamiento de EE.UU. a Marruecos es el interés de los americanos de instalar el Africom (Comando Africano de Estados Unidos) en algún punto de Marruecos, en detrimento de España. Los americanos quieren que esta base aeronaval se sitúe en la ciudad de Tan Tan, en la frontera entre Marruecos y el Sáhara Occidental, de donde salió la Marcha Verde. Actualmente, la sede del Africom está entre Stuttgart (Alemania) y Rota. Fuentes militares apuntan que las malas relaciones entre Zapatero y EE.UU. podrían haber influido para que la sede de este mando militar no se instale en algún punto de España, como Canarias. Pero junto a lo negativo que puede ser para España no ser la sede del Africom, se une que el lugar que ofrece Marruecos puede ser también perjudicial para España. Marruecos piensa que la instalación en Tan Tan le puede enfrentar aún más al Sáhara Occidental y, a cambio, le ofrece una base naval de utilización conjunta en el Estrecho, como es la de Ksar Seguir (Castillejos), que estará operativa en julio de 2010. El gasto lo sufraga EE.UU. y la construcción la hace Francia. Este puerto está próximo al superpuerto civil Tánger-Med, que absorberá todo el tráfico de personal y mercancías hacia Europa, perjudicando a Ceuta y Algeciras. El apoyo de EE.UU. a Marruecos para que tome el control de la orilla sur del Estrecho tiene en Sarkozy un pilar fundamental. El presidente francés no duda en apoyar a los marroquíes «para extender su influencia por una zona de Marruecos hasta ahora de influencia española», aseguran las fuentes militares. Además, los franceses piensan que con este apoyo a Marruecos pueden «conseguir contratos de construcción de infraestructura portuaria y viaria, venta de fragatas Fremm, helicópteros «Super Puma» y construcción de complejos turísticos».
Precio por el G-20
Algunos analistas ven que detrás de estos movimientos que se están produciendo por el control del Estrecho puede haber un elemento que ha agravado la situación, en perjuicio de España, y que no es más que el cobro de la factura por haberle cedido a nuestro país una silla en la reunión del G 20, y que ahora se la están haciendo pagar. Así lo cuenta un experto militar en la materia: «Tal vez estamos pagando los favores del G-20, a cambio de que el control del Estrecho pase a quien siempre quiso tenerlo: Gran Bretaña (ahora con EE.UU.) y Francia (a través de Marruecos) . La presión de Alemania hizo que España, potencia menor, obtuviera el protectorado de la zona norte que ahora perdemos»

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