lunes, 13 de julio de 2009

73º Aniversario del asesinato Calvo Sotelo


Que duda cabe que el asesinato de don José Calvo Sotelo, jefe de la oposición en la España convulsa de la pre-guerra civil fue el detonante de la misma.En la madrugada del día 13 de julio de 1936 unos individuos con uniforme y debidamente identificados como miembros de la policía y de la Guardia Civil, uno de ellos el Capitán Condés, perteneciente a la Guardia Civil, se presentaron en la casa del señor Calvo Sotelo portando una orden de detención de la Dirección General de Seguridad llevándoselo detenido e introducido en la camioneta de asalto núm. 17.

Al poco el militante de las "JUVENTUDES SOCIALISTAS" y guardaespaldas de IDALECIO PRIETO, Luis Cuenca le asestó un tiro en la nuca.

El señor Calvo Sotelo ya había sido advertido públicamente, así vemos como el mismo jefe de gobierno del Frente Popular y ministro de la Guerra, señor Casares Quiroga en la sesión parlamentaria del 16 de junio de 1936 le dirigía las siguientes palabras: “…Yo no quiero incidir en la falta que cometía Su Señoría, pero sí me es lícito decir que después de lo que ha hecho Su Señoría hoy ante el Parlamento, de cualquier caso que pudiera ocurrir, que no ocurrirá, haré responsable ante el país a Su Señoría”.

En otras intervenciones parlamentarias la misma “Pasionaria” y Ángel Pestaña, cabecilla anarcosindicalista, le habían amenazado aún más claramente, hasta el punto que La Pasionaria le advirtió claramente: “Usted ha hablado por última vez”.En aquel álgido momento de la política española, tanto el Jefe Nacional de la Falange como los jefes provinciales estaban encarcelados, las sedes de F.E. clausuradas y el periódico de Falange asimismo clausurado.

Los frentepopulistas tenían todo listo y a la oposición encarcelada o en el exilio para entregar España a la órbita comunista de Stalin.

Ante tales desmanes y tan grave amenaza los militares supieron atarse bien los correajes y dar una contundente respuesta a aquél gobierno que pretendía desgajar España y situarla en un satélite más de Stalin.Aún hoy en día, los rojos continúan ubicando a aquellos líderes de la milicia como rebeldes ante un gobierno legalmente constituido. Y nuestra pregunta es: “¿Puede considerarse legítimo un gobierno que ha trucado las urnas, que ha encarcelado a quienes no comulgan con su dogma y que tolera que la Patria pueda ser desgajada?El señor Calvo Sotelo, quien además de abogado del Estado, había desempeñado la función de ministro de Hacienda con notable éxito, -a él se deben algunas leyes que posteriormente serían adoptadas por otros países europeos, era asimismo un intelectual de gran valía y autor de numerosas obras.

Era el autor de numerosos artículos periodísticos en los que abordaba desde la crítica musical hasta la política, pasando, como no, por la hacendística que era su fuerte. Había dejado testigo de sus artículos en varios periódicos como El Noticiero, de Zaragoza; El Debate, A B C, La Nación y Acción Española, de Madrid; La Nación, de Buenos Aires, y otras publicaciones.

Legó un conjunto de libros, todos ellos de alto valor histórico y jurídico, para estudiar el proceso político de veinte años. Entre esas obras se anotan las dos Memorias ya citadas de su tesis doctoral y del concurso de la Juventud Maurista: «La Contribución y la riqueza territorial en España» (Madrid, 1916); «Consecuencias económicas de la guerra» (Madrid, 1919); «Estudio económico de la Hacienda Pública española en el momento actual» (Madrid, 1929). «Mis servicios al Estado» (Madrid 1931).Con el título «La voz de un perseguido» se editaron dos tomos de escritos de Calvo Sotelo; el primero: «El estrago del socialismo -La inepcia financiera-La decadencia política», prologado por don Antonio Goicoechea; el segundo: «La desmembración nacional-La autonomía catalana-La Hacienda Pública-Riesgos y errores del marxismo», con una introducción de don José María Pemán.

Otro tomo se publicó con el título de «En defensa propia», en el que se hace la exposición e historia de la concesión del Monopolio de Tabacos en las plazas de Soberanía de Marruecos, réplicas a diputados, Monopolio de Petróleos, cuestiones bancarias y otros aspectos financieros y discursos políticos, parlamentarios, documentos, etc...Calvo Sotelo muere sin haber hecho fortuna en el sentido estricto de la palabra y en contraste con la que pudo alcanzar, de no haber seguido la línea recta que fué el imperativo de su vida. Las anécdotas de su estancia en París, donde tiene que solicitar colaboraciones periodísticas para subvenir a las necesidades de los suyos, después de haber sido ministro de Hacienda, son una ejecutoria de alto valor moral que aureola su nombre de probidad y decoro.

3 comentarios:

  1. Descanse en paz.

    Estamos en una epoca muy parecida a la de los años treinta, con la única diferencia de las muertes de los que nos oponemos a los rojos.

    Un saludo español...

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  2. Un gran español asesinado por la masonería, que se vengó del atentado contra el teniente Castillo, un terrorista masón que se aprovechaba de su cargo de oficial de Asalto para asesinar impunemente a los falangistas, pistola en mano.

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